En esta representación de un Simposium hombres y mujeres se ubican unos junto a otros, provistos de bebida y atendidos regaladamente por sirvientes. Se ve también presente el espíritu de la música y sus divinidades. Se observa mucho detalle en los cuernos y copas.

Esta portada debió aparecer en septiembre y no contiene visos patrióticos. No compro ni me trago las tradiciones nacionales. Me pregunto mejor ¿Qué es la patria? Alguna feminista recalcitrante querría llamarla la "matria". La Patria posee potestad, así como los varones todavía pretenden tenerla en su hogar. El nombre está puesto, es la costumbre y todos felices.

Patria es más que un nombre y la potestad patriarcal. Es refugio de los libres y asilo contra la opresión. (¿Pueden ustedes evitar una sonrisa irónica?) Igual, esto último da valor a la vida social, vale la pena vivir en un país, es decir, en la expresión territorial de la patria, en donde no se persigue ni se escarnece a nadie, en donde ningún uniformado o institución bélica o de orden (se llama así a la aplanadora policíaca) pueda coartar la libre expresión respetuosa y crítica hasta el extremo, de cualquiera de sus ciudadanos. No ahondo más, no vale la pena. Para intuir lo que no es la patria me bastó con leer el periódico durante septiembre y sopesar tanto cliché e hipocresía.

Las autoridades chilenas, el gobierno y sus senadores no quieren polarización, les resulta más comodo dividir el naipe político en dos mazos. Con tal actitud desconocen, por una parte, las enormes diferencias sociales y económicas existentes en el país y, por otra, hilan demasiado grueso a la hora de comprender la realidad nacional.

(Recordando a Juan Rivano): Para mí el panorama social todavía tiene mucho de la confrontación entre el mulato Taboada y Don Javier de la Rosa. ¿Qué se dirían en esta ocasión?:

El mulato Taboada: Mi Don Javier de la Rosa, hombre de muchas tierras, fortuna y bella esposa, dígame puras verdades sin enturbiar la cosa.

Don Javier de la Rosa: Oye Mulato Taboada, no te pongai insolente; esto te hace el dieciocho, te poní roto e indolente.

Para el pueblo estos días significan permiso oficial para el consumo excesivo de alcohol y el comercio en todas su formas. El carnaval lo merece la gente, aunque no sea más que para llenarse la panza y beber hasta quedar botados.

El país sigue su marcha y ésta parece no pasar por Melipeuco. Parece sólo dar vueltas en Santiago, en donde algunos senadores muestran la hilacha, más preocupados de mostrar que no tienen inclinaciones pedófilas que de asuntos más importantes como la ratificación de Pumalín como Santuario de la Naturaleza. Algunos como Frei pretenden incluso especular con un supuesto liderazgo político. ¡Con ese aspecto arrotado y una dicción desastrosa!, todo lo cual sería insignificante si no estuviera unido a un pensamiento pragmático recalcitrante, amigo de prácticas explotativas sin ningún respeto por la naturaleza y cero sensibilidad ante la belleza del planeta. Apostaría que este personaje le regala tarjetas Village a su Martita. Temible personaje este senador atornillado en el poder... Desde ya le digo en su cara que no votaría por él, por ningún motivo. Sería un retroceso político de la Concertación entregar el poder en manos de un líder semejante.

Espero que se le consulte a la población antes de tomar decisiones que nos importan a todos. Ruego desde ya que se aclare el juicio de mis compatriotas a la hora de seguir explotando indiscriminadamente los recursos naturales del país. Debemos impedir que los senadores y sus secuaces se enriquezcan a costa de bienes que nos pertenecen a todos los chilenos.
 

Cierro esta portada con un saludo especial para mis amigos en el extranjero. Desde ya les ruego su participación activa para hacer de este sitio un lugar de expresión y discusión lo más libre posible.

La caleta Tubul (hacia el golfo de Arauco). Cuesta creer que este lugar tan hermoso sea un basural insalubre. Nostalgia siento del mar, de ver su rostro de horizonte amplio. Foto de Patricio Morandé.