He vuelto a la docencia de filosofía.De nuevo siento que se puede infundir en otros la curiosidad frente a los fenómenos de la autoconciencia y el asombro ante el misterio de la vida, el examen de la cultura en que vivimos, el ejercicio intelectual de la reflexión acerca de los principios que sustentan la actividad científica y filosófica, la interpretación más o menos independiente de todo lo que leemos.

El volcán Llaima al atardecer desde mi ventana en Primavera...


Hay una enorme responsabilidad frente a los jóvenes. Cada cosa que defendemos como valiosa de enseñarse nos desnuda intelectual y moralmente ante la mirada aguda de los adolescentes. No queda otra cosa que la honestidad, agotando esfuerzos en la propia experiencia y reflexionando de nuevo, ejercitando la atención y poniendo a prueba el coraje.
Observo lo que pasa en el mundo, incluso también en Chile, desde siempre en realidad. Hay algunos recalcitrantes y se les puede entender. No quieren esperar por lo que consideran les corresponde ahora.
Yo creo que si se profita del rendimiento de las personas, se las debe proteger, para que sigan produciendo y asegurar así la pervivencia de toda la comunidad.
Entiendo también que no sólo se profita, sino que además se abusa de la gente y ésta, a veces, se cansa y reclama y provoca desórdenes y rompe la convivencia pacífica, que obviamente no ha de haberlo sido tanto, como para incubar tales desbordes. La gente vive con un nivel de tensión que les mantiene en el límite de su salud, al punto que se podría sospechar de un manejo tecnocrático de la salud pública muy, pero muy perverso de parte de quienes gobiernan y hacen producir.

La primavera ya se respira y se siente. La naturaleza se despierta de su hibernación. Todas las criaturas parecen hallar alegría en unirse y continuar su existencia.


El profesor de Filosofía es importante para la completación del currículo juvenil. La calidad de su enseñanza pasa por el grado de independencia que ponga en práctica y por la claridad conceptual que logre en la sala de clases. Mucho de su tiempo se irá en la motivación de los alumnos, quienes ya tan jóvenes creen en muy pocas cosas y lo peor es que nunca desarrollaron una potencia espiritual para juzgar por sí mismos.
A sabiendas del desdén que manifiestan quienes no conocen la disciplina filosófica, seguiré intentando mostrar a quienes se interesan, los distintos aspectos que asume el pensamiento cuando se lo expresa en otras lenguas. He aquí una vertiente que tranquiliza el alma ante el misterio de la vida. No sólo la ciencia sino también la poesía y la literatura aportan lo suyo a la cultura.
¿Da lo mismo saber que no saber? Es lo mismo el sabio que el ignorante? (Resabios de Cambalache).
Creo que no da lo mismo. Pero a la vez, el despertar se realiza en un mundo en el que se nos quiere hipnotizados y fáciles de manejar. No debemos hacer alarde de nuestra vigilia, debemos buscar vías de expresión que provoquen explosiones de conciencia en otras personas. ¡Cuánto más valioso sería generar coraje para pasar por la vida sin temor, sin los malos consejos del miedo!
En más de una ocasión he visto el rostro del moribundo, quien mira escrutador los ojos tenebrosos de la muerte. Esta experiencia me ha enseñado que la misión principal de mi asignatura es preparar al discípulo para enfrentar la hora final de su vida, con entereza y en plena conciencia de que nuestra peregrinación continúa. Ello se logra ejercitando la reflexión, pues tarde o temprano quedaremos confrontados con nuestra última suerte, no hay ni que tematizarlo, cada cual va por la vida como en un viaje en paracaídas (recuardos de Altazor maravilloso...).
¡Por fin la primavera! La vida se hará más grata, un poco más fácil. 
¡Ojalá toda insania del poder afloje en este tiempo y la gente y las criaturas descansen de la guerra y la violencia de toda laya!

La luna bañándose en el Calle Calle. Recuerdo especial del verano 2005. ¡Qué hermoso recuerdo guardamos de esos días en que tantas cosas concurrieron y fuimos felices!